Piensa en mí,
en tus noches de desvelo,
como yo lo hago en ti,
ya que eres mi más grande anhelo.
Quiero que pienses en mí,
en tus noches sin sueño,
pues desde que te conocí,
de tu corazón quiero ser el dueño.
Piensa en mí,
en tu humilde morada,
no importando que así,
te sorprenda el sol de madrugada.
Piensa en mí,
no solo como una ilusión,
que en mi mente concebí,
y que turba tu razón.
Piensa en mí,
como aquella dulce melodía,
que suena con frenesí
y a veces con melancolía.
Piensa en mí,
no como poeta,
pues si fuere así,
tu amarías a un volátil cometa.
En tus momentos de soledad,
piensa en mí,
como aquel que te llenará de felicidad
y que ahora te hace volar así.
Piensa en mí,
oh dulce mujer,
deja volar tus sentimientos como el colibrí
y nunca me dejes de querer.
Te lo pido por favor,
piensa en mí,
te lo pido con amor,
deja mostrar lo que siempre sentí.
Date la oportunidad,
de vivir un tórrido romance,
de encontrar la felicidad,
en mis brazos que están a tu alcance.
Date la libertad de soñar
y de encontrar de nuevo el amor
que en mi te ha de esperar,
con todo furor.
Déjate llevar así
gobernar por los sentimientos,
tan solo piensa en mí,
para que vivamos ambos contentos.