METAMOFOSIS INDEBIDA

Entre mis ratos de lucidez,

vuelvo a caer en la agonía,

al ver que tu insensatez

me compunge día tras día.

Lucho por no mostrar mi tristeza,
aunque por dentro me estoy ahogando,
la felicidad hoy es mi pobreza,

por todo lo que está pasando.

Como escribir palabras de alegría,

si mi corazón esta abatido,

congelado por esa actitud fría,

al descubrir que siempre has mentido.

Grito al viento mi desventura,
lo hago tan alto que no se puede oír,

tratando de expulsar la amargura

que mi alma ha de sentir.

Me pierdo en el espacio,

buscando respuestas ya encontradas,

me quedo manivacío

con ilusiones rotas y olvidadas.

Taciturno camino por la calle.
acompañado de un embrollo de ideas,
de la razón he perdido el talle
y tus escusas son simples panaceas.

Qué difícil es vivir con tanto dolor,
parece una pesadilla,

ver como se transforma el amor

cuando se toma como cualquier bobería.


Pero el tiempo pasa la factura
y este siempre es inclemente,

nos trata con mano dura

sin ver la condición de cada gente.

Solo espero que lo que haces,
no se te vaya a revertir

pueda ser que hoy cuentes con los ases,

pero del futuro nada se puede predecir.

Todo tiene un punto de tolerancia

pero al final toda esta se acaba

y el actuar con tal ignorancia

la felicidad poco a poco menoscaba.

Pido al cielo te llene de bendiciones,

salud, felicidad y sabiduría,

que no borre de ti esas ilusiones

como lo hiciste tu conmigo aquel día.

CUANDO TEMBLO LA TIERRA

Cuando tembló la tierra

nuevamente afloraron nuestras debilidades,

nos sorprendió un fenómeno que aterra,

mostrando una vez más nuestras vulnerabilidades.

¿Cuántas vidas se han perdido?,

¿cuántos hogares se han enlutado?,

porque el suelo se ha estremecido

y San Marcos fue el más afectado.

Casonas viejas de adobe,

hogares pobres afectados,

tristeza por doquier se ve,

lamentos suenan por todos lados.

Llora toda mi gente,

compartiendo un dolor, un sentimiento,

porque la naturaleza poco indulgente

ataco a un pueblo dejando un gran sufrimiento.

Hambre y pesadumbre

aqueja a aquel lugar

donde pesa la incertidumbre

pues no se sabe que podrá a pasar.

Pues aun sigue temblando

y los invade un gran temor,

muchos fuera de sus hogares están pernoctando

y dirigen al cielo su clamor.

La ayuda lentamente esta fluyendo

de muchos países amigos,

misma que desesperadamente están esperando,

pues se sienten desguarnecidos.

Los ofrecimientos van y vienen,

pero que tantos se han de cumplir,

si siempre los que más tienen

no quieren contribuir.

Tiembla el suelo de mi nación

y pone al descubierto corazones,

mostrando que no basta solo la buena intención

se debe acompañar de nuestras acciones.

Terremotos, sismos o temblores

ante esto quien puede estar prevenido,

luto, pena y sinsabores,

de ellos nunca estamos protegidos.

Por eso solo queda orar al creador

para que nos proteja de estas calamidades,

que nos cubra con su amor

y de resignación a la dolencia de tantos hogares.

ARBOL DE LIMON

Aunque mi cielo sigue nublado

y en mi mar no ha bajado la marea

el viento que sopla ya no es desmesurado
por lo que claramente veo mi odisea.

Lentamente aparece el arcoíris de la razón,

en el umbral de tiempos venideros,

donde parchado existirá mi corazón

a pesar de que pausados están varios te quiéros.

Poco a poco despierto de la pesadía

en un presente diáfano y elongado,

en el cual se marca la letanía,

que tu ausencia me ha dejado.

Secas están las lágrimas de mis ojos

se reúsan de nuevo a brotar,

por sentimientos ruines y caprichosos

que tu no dejas de mostrar.

Pero he llegado a la etapa de aceptación

y sé que nada puedo cambiar,

de nada sirve una nueva discusión

cuando la realidad no se quiere aceptar.

Decisiones todos tomamos

pero no siempre son las adecuadas,

con ellas muchas veces lastimamos

a las personas más allegadas.

Nuevos paisajes tiene el futuro,

pero en el no estás tú,

aunque de esto estoy seguro,

lo digo por tu inexperiencia y juventud.

Pinto panoramas sin tu presencia,

pero contemplo tu regreso,

hago uso de cordura y experiencia

aunque la primera me cuesta lo confieso.

Hago uso de tantos colores,
pero los tuyos en mi paleta he conservado,

pues aunque eres dueña de mis amores,

creo que por momentos lo has olvidado.

De los arboles que sembré

aun tengo dos que no se si son peras o manzanas,

pues del primero limones saque,

pero debo acostumbrarme a las limonadas.

Gracias Dios por darme fortaleza,

por no dejarme caer,

cuando han tocado mi punto de flaqueza

dentro de la tormenta no me has dejado perder.