Cuando creo que se todo de la vida,
esta me sorprende con nuevas lecciones,
dejando entrever mi fragilidad,
pues de forma atrevida,
me llena de nuevas sensaciones,
apabullando mi absurda ufanidad.
Porque nadie es sabio en este mundo,
estamos en proceso de aprendizaje,
quien no lo ve es un completo dundo,
siempre hay algo que aprender en este corto viaje.
Hay veces que creo haber llegado a la cima,
pero veo al cielo y me doy cuenta,
que el amor fronteras no escatima
y que solo se limita quien no lo intenta.
No debemos conformarnos con lo conseguido,
debemos plantearnos nuevas metas,
no dar todo por concluido,
sin haber probado nuevas tretas.
Pero si creo que he tocado fondo,
que más bajo no puedo caer,
descubro que se puede llegar más hondo
si mi dignidad he de perder.
Esta no debe quedarse de lado,
se debe defender,
pues sin esta muchas vidas han terminado,
a causa que la autoestima se ha llegado a perder.
Si me considero superior a otros
y me jacto de falsa humildad,
olvidando que todos nosotros
fuimos creados por un Dios con magnimidad.
Creó un limbo entre el cielo y la tierra,
condenando así mi alma,
lo cual me aterra
y me hace perder la calma.
Aunque sé que soy humano
y que nunca alcanzaré la perfección,
espero que mi existir no sea en vano
y que pueda dejar huella en algún corazón.
Que algún día alguien recuerde los versos,
de este loco soñador,
que a veces con muchos esfuerzos
se puede llamar a si mismo poeta o escritor.
Pero hoy digo presente,
a un mundo difícil de comprender,
donde convivo con tanta gente
que hace el favor de mis locuras leer.